Trabajar en la Antártida fue toda una experiencia…En primer lugar, aunque la base Gabriel de Castilla es genial, no tiene todas las comodidades que tenemos en nuestra casa y ciudades. Además, está el añadido de convivir con otras personas que no conoces, era como un Gran Hermano antártico. Además, trabajar en el exterior suponía muchos problemas. El simple hecho de desplazarse para realizar el mantenimiento de las estaciones sísmicas era complicado…aunque la isla (Isla Decepción) era pequeña, de una punta a otra nos trasladábamos en zodiac. Y claro, tenías que llevar todo contigo, si se te había olvidado, no podrías solucionarlo hasta el próximo día! Eso sí, todo se compensa al poder disfrutar de los paisajes helados y de la fauna antártica. Fue una de las mejores experiencias de mi vida 🙂
Comentarios